Estoy muy contento de inaugurar el blog con este artículo, pues es un artículo fácil de entender para todos los públicos y que trata un tema fundamental, ¿qué es el Yoga? Mi camino dentro del Yoga empezó por esta pregunta, simple de formular pero con una respuesta que se va desvelando a lo largo de los años, quizás durante toda una vida.
Esto no es todo lo que se puede escribir sobre que és es el Yoga, no es un artículo académico ni he querido que lo sea. Sólo es mi primera aportación de muchas más que haré en este rincón, y quizás, con el tiempo, vayamos indagando juntos en este misterio.
Percepciones erróneas del Yoga
Todo el mundo conoce el Yoga, o al menos la palabra «Yoga» en nuestro lenguaje, pero, ¿sabemos realmente su significado exacto?
Hay muchas ideas ridículas sobre este tema. Sin embargo, cuando esta disciplina se comprende y se practica de forma correcta, no se compara a nada en cuanto a los efectos en la salud física y mental. Algunas personas lo asocian a un deporte o con una especie de gimnasia o contorsionismo de curiosas posturas. Y hoy día, de forma más frecuente si cabe, ha sido reducido a un mero ejercicio de relajación, un método para calmar el sistema nervioso, curar el estrés o eliminar el insomnio. Para otras personas ha sido incluso algo peligroso. Se ha utilizado como instrumento por esos mal llamados o auto-proclamados “gurús” que dirigen sectas. Falsos maestros que, utilizando la práctica de ejercicios de meditación de Yoga, logran lavar el cerebro a jóvenes ingénuos para someterlos a su poder. Y bueno, no vamos a entrar en los neoYogas, que no es más que añadirle a cualquier palabra la palabra «Yoga» y venderlo al público: powerYoga, Yogalates, fisio Yoga, beer Yoga, goat Yoga, etc, etc, etc. Me atrevería a decir que, mas que sea el Yoga el que vende, es la palabra «Yoga» la que lo hace.
Estos ejemplos son suficientes para mostrar hasta qué punto, en la mente de la mayoría de las personas, esta palabra significa muchos caminos, muy diferentes y a veces contradictorios. No es el objetivo de este artículo explicar todo sobre el Yoga, pero intentaré corregir algunas ideas erróneas y aclarar ciertos aspectos que creo de vital importancia a la hora de entender qué es el Yoga.
Definiendo el Yoga
Fundamentalmente, el Yoga es un método, una disciplina de control mental que utiliza, entre otros, ejercícios físicos. De forma clásica, el Yoga se define como la capacidad de dirigir la mente hacia una dirección elegida. El principal efecto del Yoga es el cambio progresivo que hay en la forma en la que vivimos y actuamos en el mundo. Nos permite acceder gradualmente a una mayor estabilidad interior y mejorar nuestras habilidades a la hora de tomar decisiones. Estamos más en paz y actuamos mejor. Es el medio más antiguo que existe de evolución personal.
Según se ha estudiado, el Yoga parece tener su origen en la India, pero realmente es algo universal, concierne a toda la humanidad. No debe, por tanto, confundirse con el hinduísmo, la religión del pueblo hindú. Como no es una religión o una doctrina, no necesitamos adherirnos a ninguna ideología para practicarlo. Ni siquiera al vegetarianismo o veganismo, aunque se piense lo contrario, pero ese es otro tema. El Yoga es un camino de evolución espiritual. La espiritualidad nos concierne a todos como seres humanos, está dentro de todos, porque todos tenemos un alma. El Yoga sólo es útil si se puede integrar en el día a día. Básicamente, es una forma de vivir.
Prácticas básicas del Yoga: Asanas y Pranayama.
Como método que es, el Yoga abarca varias prácticas. En su sustrato más básico, hay ejercicios físicos o posturas (asana), una especie de “gimnasia” con movimientos y posiciones del cuerpo que buscan mantener la salud física y, quizá lo más importante, establecer una base correcta para las siguientes etapas de la práctica. Si nos basamos en la teoría y la tradición yóguica, las asanas van acompañadas de una atención especial en la respiración, regulándola y haciéndola larga y suave, con una técnica concreta respiratoria. En una secuencia, las asanas se practican en un orden determinado. Algunas asanas preparan las siguientes, otras tienen un rol compensatorio, las llamadas contraposturas (pratikriya).
Los movimientos en la fase dinámica se practican de una forma muy precisa, utilizando los distintos elementos y partes del cuerpo. En las fases estáticas, durante las cuales el cuerpo se detiene durante varias respiraciones lentas y profundas, las sensaciones son más intensas. Estas fases deben introducirse con cuidado, según la edad, la salud y la condición física de cada uno.
Durante toda la sesión, el practicante debe estar atento y observar minuciosamente las sensaciones a nivel muscular, articular y visceral, teniendo a la respiración como eje de la práctica. De forma paulatina se va logrando coordinar la respiración con el movimiento de forma más rigurosa y atenta, así como poder hacer pausas respiratorias que producen determinados efectos en el organismo. De este modo, la práctica de asana se extiende a la práctica de otro tipo de ejercicio llamado «pranayama».
El pranayama son esencialmente ejercicios respiratorios especiales con una respiración rítmita y lenta, a menudo en una posición sentada que debe ser estable y cómoda. Este tipo de práctica desarrolla concentración mental y una sensación de paz y tranquilidad.
Las secuencias de una clase o en una práctica personal comienzan generalmente con posturas de pie, seguidas de posturas sentadas (simétricas o asimétricas), tumbadas, invertidas y contraposturas. De forma tradicional, se suele acabar con ejercicios respiratorios sentados (pranayama) y un tiempo de concentración y meditación. Este orden puede variar de muchas formas diferentes dependiendo de varios factores.
Beneficios del Yoga
Las posturas y la respiración practicadas de esta forma tienen un efecto poderoso, profundo y duradero. Adaptarlas a las necesidades de cada persona las hace adecuadas para todos: niños, adolescentes, adultos y ancianos, sin necesidad de un proceso de aprendizaje largo o complicado. Para personas que gozen de buena salud, el Yoga es el mejor método para obtener un gran dinamismo y una excelente forma física, además de una sensación de paz y tranquilidad. Además, siendo el Yoga un método preventivo, el cuerpo gana resistencia ante las enfermedades. Es más, la práctica puede ser muy efectiva en casos de tensión extrema, insomnio, depresión y estrés, migrañas crónicas, problemas circulatorios, sobrepeso, estreñimiento, dolor de espalda, asma… en realidad, en todas las condiciones psicosomáticas. Y esto lo atestiguo después de diez años impartiendo clases, donde alumnos de todas las edades y condiciones son los que me han reportado estos beneficios a lo largo del tiempo. Yo mismo atestiguo estos efectos, pues gracias a la práctica regular de ciertos aspectos de Yoga pude librarme definitivamente de mi asma que me acompañaba desde niño.
La práctica de Yoga se realiza «para uno», y su aprendizaje es algo progresivo. En teoría, debería hacerse con la ayuda de un profesor cualificado, que es el único que puede garantizar un progreso correcto.
Una tradición y un compromiso
El “Yoga”, más allá de ser una palabra popular hoy día, es una tradición muy antigua de miles de años, y por tanto, tiene un peso y autoridad muy relevantes, aunque se mancille su nombre y el respeto con el que hay que practicarlo y enseñarlo. En Achala, me he comprometido a enseñar Yoga de la manera más fiel que he podido aprender y que sigo aprendiendo, de la mano de mis profesores y maestros, para ofrecerlo a un mundo que, oye hablar del Yoga, le suena, pero no sabe qué es exactamente ni cómo se practica. Espero que este artículo te haya ayudado a descubrirlo mínimamente. ¡Ven a una clase en Achala y descubre el resto!
Soy Adriano, fundador de Achala, un centro de yoga donde enseño con pasión y amor desde 2018. Me inicié en el yoga hace 10 años y, desde entonces, me dedico a aprender y transmitir su esencia. Mi objetivo es enseñar lo que realmente significa el yoga: concentración y paz mental.