Las clases con Adriano te invitan a detenerte y a la escucha interna. Una de las claves de su práctica es el tener la atención en la respiración como ancla al presente. Adriano es una persona que se percibe que ama lo que hace, y se mantiene en continua formación. Recomiendo a todo el que le interese conocer el mundo del yoga y su filosofía probar centro Achala, ya que las clases son adaptadas para cualquier nivel de práctica. Gracias por compartir siempre lo mejor de ti Adriano.

PAULA DÍAZAlumna de Yoga

Hola, buenas. Soy Antonio Haldon Garcia, un hombre mayor que estaba desesperanzado y creía que no podía hacer nada. Jamás pensé que podría tirarme al suelo, pero mi hija y mi mujer insistieron en que asistiera a clases de yoga. Hoy, me alegro enormemente de haber tomado esa decisión. Cada día estoy más contento y he logrado recuperar la movilidad para ponerme de rodillas, tirarme al suelo y realizar posturas invertidas. Pero lo mejor de todo es que estoy aprendiendo a respirar correctamente y a concentrarme, lo que ha mejorado notablemente mi estabilidad y equilibrio.

ANTONIO HALDÓNAlumno de Yoga

Hace días, me pedía mi profesor de Yoga una opinión sobre mi experiencia en el centro.
Personalmente tengo que decir que acudir al centro fue para mí una conexión interna con mi persona ya que desde pequeño, recuerdo haber hecho estiramientos y posiciones que son claramente asanas.
Por otro lado me sirvió como asentamiento personal permitiéndome adquirir confianza personal y estimulo a la vez que paz.
Si bien empezamos con una disciplina rígida y seria como es el yoga Iyengar, el centro ha ido evolucionando para posteriormente irse transformando en el yoga que hoy se practica más enfocado al pranayama.
Tanto en una disciplina como en otra me encontré siempre cómodo pues la predisposición del alumno, a mi entender, siempre debe ser la de absorber y aprender la enseñanza del maestro.
Personalmente, considero que la evolución del centro ha sido buena pues la aplicación del nuevo método hace más factible la posibilidad de que el alumno interiorice la postura con un mayor conocimiento corporal y mental en la búsqueda del mantenimiento de la postura o asana dentro del control respiratorio para completar el control del prana ayudando así al crecimiento individual y personal y no sólo el ejercicio del asana.
Esencial es también el espacio dedicado al prana con las prácticas respiratorias, pues nos permite controlar y crear un control respiratorio del todo necesario, especialmente como contraposición a la sociedad actual donde todo urge, todo es inmediato, todo es ya y ahora sin tener en cuenta nada más, perdiendo todo espacio personal de conocimiento interno y de paz personal en definitiva.
Mi valoración del centro es positiva así como la de su profesor pues es alguien que mantiene su formación constante en la búsqueda del conocimiento adecuado para la buena práctica de yoga.
Por tanto considero totalmente recomendable y buena la práctica de Yoga en el centro.

REGINA TIZÓNAlumna de Yoga

Hace días, me pedía mi profesor de Yoga una opinión sobre mi experiencia en el centro.
Personalmente tengo que decir que acudir al centro fue para mí una conexión interna con mi persona ya que desde pequeño, recuerdo haber hecho estiramientos y posiciones que son claramente asanas.
Por otro lado me sirvió como asentamiento personal permitiéndome adquirir confianza personal y estimulo a la vez que paz.
Si bien empezamos con una disciplina rígida y seria como es el yoga Iyengar, el centro ha ido evolucionando para posteriormente irse transformando en el yoga que hoy se practica más enfocado al pranayama.
Tanto en una disciplina como en otra me encontré siempre cómodo pues la predisposición del alumno, a mi entender, siempre debe ser la de absorber y aprender la enseñanza del maestro.
Personalmente, considero que la evolución del centro ha sido buena pues la aplicación del nuevo método hace más factible la posibilidad de que el alumno interiorice la postura con un mayor conocimiento corporal y mental en la búsqueda del mantenimiento de la postura o asana dentro del control respiratorio para completar el control del prana ayudando así al crecimiento individual y personal y no sólo el ejercicio del asana.
Esencial es también el espacio dedicado al prana con las prácticas respiratorias, pues nos permite controlar y crear un control respiratorio del todo necesario, especialmente como contraposición a la sociedad actual donde todo urge, todo es inmediato, todo es ya y ahora sin tener en cuenta nada más, perdiendo todo espacio personal de conocimiento interno y de paz personal en definitiva.
Mi valoración del centro es positiva así como la de su profesor pues es alguien que mantiene su formación constante en la búsqueda del conocimiento adecuado para la buena práctica de yoga.
Por tanto considero totalmente recomendable y buena la práctica de Yoga en el centro.

SANTIAGO TORRESAlumno de Yoga

Para mí hablar de yoga es hablar de Adriano. Descubrí a Adriano impartiendo otras disciplinas, un profesor que le gustaba lo que hacía y le preocupaba enseñar bien. Cuando me enteré de que abría su centro de yoga «ACHALA» no dudé en irme con él, y ahí empezó mi experiencia con el yoga. Cinco años ya. El yoga ha sido un punto de inflexión en mi vida.
Gracias a la práctica de yoga he descubierto una calma y serenidad que antes me costaba encontrar. En mi día a día voy aprendiendo a gestionar mis impulsos y pensamientos, a reconocer mi respiración y saber tranquilizarme a través de ella, todo esto hace que vaya avanzando en mi propia práctica personal.
Las clases son dinámicas y Adriano como profesor sabe adaptarse a las necesidades de cada alumno ya que según nos enseña: «es la práctica la que debe adaptarse al cuerpo a través de la respiración».
Espero seguir creciendo en mi práctica.
Gracias Adriano por haber sabido plantar la semilla del yoga en mi vida.

PEPI MOVILLAAlumna de Yoga

Empecé con Adriano en otro centro, desde entonces estoy con él . Cuando abrió las puertas de Achala, allá que me fui, para acompañarlo en su nueva andadura.
Adriano es una persona perseverante, con un tesón que llegas a admirar. Todos los conocimientos que aprende y estudia, te los trasmite de una manera fácil, para que el alumno los vaya absorbiendo como una esponja. Para mi es un regalo, por este motivo lo seguí. Es insistente en la base del yoga, para que el alumno tenga unos cimientos en los que asentarse.
Achala me ha aportado entre otras cosas, paz mental, llegar a esto no es fácil, viene con los años de práctica, y conseguirla en mi día a día aunque sea por momentos es un triunfo. En lo físico, me ha ayudado a corregir mis posturas, contribuyendo a sentirme mejor físicamente, que era lo que pretendía en un principio, cuando entré en el centro .
Lo que he aprendido es que no se trata de llegar, se trata de continuar.

MARÍA JOSÉ GÁMEZAlumna de Yoga

Hola mi nombre es Patricia y os comentaré brevemente mi experiencia con el Yoga y en especial con Adriano en el centro Achala.
Yo comencé mi practica hace 5 años por pura necesidad debido a mis problemas en la columna vertebral lo que me llevaba a sufrir dolores prácticamente a diario. Mi vida cambió no solo a nivel físico, ya que esos dolores desaparecieron casi en su totalidad, sino también a nivel mental. Es una forma de vivir.
Por circunstancias y casualidades de la vida, hace 8 meses afortunadamente, tuve la suerte de entrar en el centro Achala, y supuso un punto de inflexión en mi práctica. Adriano es un gran profesional, atento, ofreciendo una atención lo más individualizada posible. Por otro lado, otra gran diferencia del yoga que practicamos en Achala con respecto al que practicaba anteriormente, es la importancia que le da a la respiración. Fundamental para una buena práctica, evolución y un buen estado de salud en general.
Totalmente recomendable y necesario.

PATRICIA CANTERLAAlumna de Yoga

Decidí apuntarme a las clases de yoga en Achala para aprender a “respirar” en el sentido de que sé que es lo que le hace falta a mi cuerpo y a pesar de que llevo muy poquito, lo que sí puedo decir es que me gustaría pasar el resto del día en el estado de bienestar en el que salgo de las clases. No sabría ponerle un nombre pero es el estado en el que deberíamos sentirnos todos al menos un ratito al día.

MARILÓ BARROSOAlumna de Yoga

Había escuchado hablar de Achala y de Adriano.
Pepi una cuñada de mi hermana practicaba yoga allí, yo lo hacía en otro centro, así que en varias ocasiones hablamos del tema. Fue en Diciembre del 2020 después de la terrible pandemia de COVID que nos tuvo desconectado de todo a todos cuando entre en contacto con Achala, mi hermana se había incorporado poco antes, así que me animó a conocer al citado centro y su gerente, Adriano, mi profesor.
La primera clase fue una comparativa, porque era un método tan diferente, tan distinto, que parecía una cosa nueva, no había música, los asanas se practicaban mucho más ralentizados y se dada mucha importancia a la respiración.
Después de terminar la clase estuve hablando con Adriano expresando mi opinión de lo que había sentido. Él me contestaba («la música no hace falta»), intentaba explicarme en un breve momento que se trataba de un método llamado VINYASAKRAMA. Así me incorporé a su grupo, poco a poco empecé a darme cuenta de la importancia de la respiración, de escucharla en su fase natural, en ujjayi, haciendo pranayama, etc. Porque a partir de escucharla (su música) empiezas a sentirla, a intentar controlarla, sincronizando los movimientos de cada postura, ya sea de estiramiento, torsión, equilibrio, invertidas, bandhas y mudras con el ritmo de dicha respiración, siendo ella la que dirige toda la actuación del ejercicio.

Adriano siempre dice que hay que estar cómodo a la hora de hacer cualquier ejercicio, que no debemos querer conseguir resultados sin control porque nunca lo lograremos; dando siempre una alternativa menos compleja. Pero aquí entra la mente.
La respiración también aquieta la mente y, esa quietud es esencial para darnos cuenta de que la mente es un instrumento que en todo momento quiere dirigirnos, así que sin darnos cuenta no somos nosotros quien usa la mente sino todo lo contrario es ella la que te utiliza a ti.
Cuando tienes quietud empiezas a escuchar una voz dentro de ti que te dice que no es la mente; supongo que es la búsqueda de mi verdadero yo, la conciencia o el ser (purusa). Que a la misma vez te va acercando a lo divino (isvara).

Me siento afortunado de pertenecer a Achala, de tener a Adriano como profesor y guía, al cual no sabría expresarle mi enorme gratitud por su dedicación, esfuerzo, paciencia, equilibrio y sabiduría que día a día expone para hacernos sentir bien «contentos».

Om Shaantih Shaantih Shaantih

JOSÉ AZNARAlumno de Yoga

Hay un antes y un después en mi vida desde que empecé a practicar yoga. Que decir del centro Achala y de mi profesor, Adriano. Llegué al centro Achala buscando ayuda. Necesitaba recuperarme de una operación de espalda. Pero encontré muchas más cosas. Nunca había oído hablar Patañjali, Ramaswami, asanas, ni nada parecido. Todo era desconocido para mi, pero poco a poco me fui enriqueciendo de esta disciplina tan beneficiosa para el cuerpo, la mente y el alma. Achala tiene algo especial. Son sensaciones que te envuelven. Es un lugar donde se respira mucha tranquilidad y paz. Esas sensaciones hay que agradecerrselas a mi profesor, Adriano. Él es especial, cuida cada detalle. Desde el aroma del centro, hasta la luz que recibimos cuando practicamos las clases. Me gusta su forma de enseñar, te lleva de la mano con paciencia y sabiduría. Suele compartir muchas experiencias y anécdotas con nosotros, y me encanta cuando termina sus clases con reflexiones. Mi vida también ha cambiado para mejor desde que practico la filosofía del yoga. A nivel físico, mi espalda está perfecta. Agradezco a Adriano todo lo que he aprendido, y todo lo que queda por aprender. Simplemente, GRACIAS.

MARI CARMEN CUERVASAlumna de Yoga