Para mi comenzar asistir a clases en el centro Achala fue un regalo personal que me hice en enero del 2021. Fui alumna de Adriano de Bodybalance en un gimnasio, siempre me gustó mucho como daba las clases, muy pedagógico, su forma de dar las clases me motivaba para seguir asistiendo, me sentía muy bien. Cuando inicio su andadura en el centro y dejo las clases en el gimnasio me sentí huérfana, lo echaba mucho de menos, seguía asistiendo a clases de Bodybalance pero teniendo muy presente a Adriano, su voz y la indicaciones que daba. Siempre me preguntaba, cuando había una nueva coreografía, ¿cómo nos diría Adriano que es mejor hacer esta postura para sentirla y disfrutarla mas? Lo tenía muy presente. Empece a seguir el centro por Facebook, me sentía conectada de alguna manera y quería estar allí, nunca había practicado antes Yoga, solo asistí una vez a clase con Adriano en el gimnasio y me gustó.
Así que el 11 de enero del 2021 hice realidad mi presencia en Achala. Comencé asistir a clase muy motivada y emocionada, allí estaba para aprender, observar todo y comenzar una nueva etapa. Yo sabia de lo beneficios físicos de la practica de Yoga y también de los mentales, pero nunca creí que los segundos iban a ser tantos. En ese momento de mi vida pasaba por una situación familiar complicada por la que empece a tener crisis de ansiedad, entre otras herramientas para gestionarla tenía la medicación y mi terapia psicológica. Con el objetivo de mejorar mi salud mental, mi psicóloga me decía que debería hacer todo aquello que me hiciera sentirme muy bien. Yo hacia habitualmente deporte, diferentes clases dirigidas en el gimnasio antes mencionado, y natación, algo que hace sentirme realmente bien y disfrutar mucho.
Como he dicho antes, cuando Adriano dejó el gimnasio lo seguía teniendo presente y siempre me planteaba apuntarme a su centro y me dije, pues vas hacerlo y me decidí asistir a clases en Achala, fue mi regalo personal, era algo que creía me iba hacer sentir bien. Nunca pensé que los beneficios mentales del Yoga fueran tantos y me ayudaran tanto, la respiración ujjayi ha venido para quedarse en mi vida, por la capacidad de concentración, relajación respiratoria y calma mental que me proporciona, en muchas ocasiones me ha sido una herramienta valiosísima para la gestión de mis crisis de ansiedad y por supuesto la práctica de pranayama. Al principio de mis clases me sentía torpe con poca capacidad para realizar las asanas, mi cuerpo, como dice Adriano, se quejaba mucho, sobre todo mi cuello, me ha costado sentirme tranquila en las postura y disfrutar de sus beneficios, esto ha empezado a suceder cuando he conseguido controlar mi respiración y tomar conciencia de mi yo y del ahora, lo cual para controlar la ansiedad es fundamental. Ahora me siento fluir disfruto mucho las clases, he conseguido empezar hacer posturas invertidas en el espacio, sin el apoyo de la pared, eso me ha motivado mucho, pero todo ha sido gracias al control de la respiración, algo en lo que insiste muchísimo Adriano ya que es uno de los principios del sistema que practicamos. Cada vez mas desarrollo una respiración constante y sutil que me permite aumentar mi capacidad para realizar las asanas. También he aprendido mucho a conocerme a través de la práctica de Yoga, he vivido momentos en clases de pura paz interior, de bienestar físico, mental y conmigo misma. Adriano esta muy pendiente de su alumnado y se ocupa mucho de su formación para luego transmitirnos los saberes adquiridos. La filosofía que se encuentra detrás de la práctica de Yoga ayuda a desarrollar una vida más plena.