Para mí hablar de yoga es hablar de Adriano.
Descubrí a Adriano impartiendo otras disciplinas, un profesor que le gustaba lo que hacía y le preocupaba enseñar bien.
Cuando me enteré de que abría su centro de yoga «ACHALA» no dudé en irme con él, y ahí empezó mi experiencia con el yoga. Cinco años ya.
El yoga ha sido un punto de inflexión en mi vida.
Gracias a la práctica de yoga he descubierto una calma y serenidad que antes me costaba encontrar. En mi día a día voy aprendiendo a gestionar mis impulsos y pensamientos, a reconocer mi respiración y saber tranquilizarme a través de ella, todo esto hace que vaya avanzando en mi propia práctica personal.
Las clases son dinámicas y Adriano como profesor sabe adaptarse a las necesidades de cada alumno ya que según nos enseña: «es la práctica la que debe adaptarse al cuerpo a través de la respiración».
Espero seguir creciendo en mi práctica.
Gracias Adriano por haber sabido plantar la semilla del yoga en mi vida.